¡No me hagas pensar!

Usabilidad
domingo, 16 de agosto de 2015

La usabilidad es una cuestión que siempre me ha interesado y a la que suelo prestar atención. Por ejemplo, acostumbro a lanzar improperios al operar en la banca online, o incluso al retirar efectivo de un cajero automático... ¿Cómo puede ser que entidades de este tamaño tengan unas interfaces de usuario tan rematadamente malas? ¿De verdad no pueden dedicar varios miles de euros para hacer unas pruebas de usabilidad de estos sistemas que usaran diariamente millones de personas?... En fin, el tema de la usabilidad de estos sistemas merecería un artículo propio con ejemplos concretos.

Hoy quería hablar de un libro que he leído estos días. Trata sobre la usabilidad de los sitios web y cómo conseguir que los visitantes entiendan el contenido y se sientan cómodos en el sitio. Es sabido que si la gente se encuentra cómoda en un sitio permanecerán más tiempo en el mismo (y aumentarán las opciones de que interaccionen del modo que queremos...). El libro en cuestión se llama "¡No me hagas pensar!", de Steve Krug.

Portada del libro sobre usabilidad de los sitios web

La idea principal del libro es sencilla e indiscutible: Lo importante para que un sitio web sea "fácil de usar" no está en que cualquier contenido esté "a dos clics de distancia", o que el contenido "hable el lenguaje del usuario"... Por supuesto, tampoco se trata de que el sitio sea bonito o agradable... Lo principal es que el sitio sea tan simple que el usuario no tenga que pensar para entender su funcionamiento o su organización...

Los internautas no leen las páginas con el detenimiento y la atención que los diseñadores o los programadores piensan. En lugar de leer, las hojeamos buscando algo que nos interese o cubra suficientemente nuestras expectativas... No nos leemos las instrucciones ni buscamos el funcionamiento óptimo de las cosas... Nos las arreglamos para conseguir lo que deseamos (aunque no entendamos como funciona o aunque sea de un modo opuesto a como el diseñador pensó que lo haríamos).

Es un libro del año 2005, y eso se nota en los ejemplos que pone y en la ausencia de cualquier referencia a los dispositivos móviles (hoy en día los diseñadores han de apañárselas para que los sitios se vean bien en todo tipo de pantallas).

En cualquier caso, es un libro que vale la pena ya que las ideas que aporta siguen siendo válidas al cien por cien. De hecho, aunque el libro habla de sitios web, las mismas ideas son extrapolables a todo tipo de software... Y, por supuesto, al software de Business Intelligence.

Inevitablemente, al leer el libro, me han venido a la cabeza situaciones donde el usuario de BI llegaba al resultado correcto por los caminos más extraños (desde mi experto punto de vista). Por ejemplo, ¿quién no ha visto un usuario que exporta a Excel una tabla de su mega sistema BI para añadir una columna con un cociente o para añadir unos subtotales? Por supuesto, las herramientas de BI tienen esas funcionalidades pero están escondidas detrás de varias trampas infranqueables para el usuario medio. Son trampas sutiles, invisibles para el experto, pero que están ahí y requieren que el usuario piense y entienda mejor el funcionamiento intrínseco de la herramienta. Lógicamente, el usuario prefiere el camino conocido y ancho de la hoja de cálculo. El Excel es territorio amigo, desaparecen las incertezas y el usuario sabe que llegará al resultado correcto. En cambio, manteniéndose dentro del marco de la herramienta BI, el resultado final es incierto y las posibilidades de frustración casi aseguradas.

Muchas personas que se encuentran con problemas con su herramientas de BI tienden a culparse a si mismos y no a la propia herramienta. La culpa es de la herramienta. Por supuesto. IMHO.

Si estás suscrito a este blog, o si eres un lector asiduo de este sitio, sabrás que en CRONO aspiramos a construir un software asequible y fácil de usar para construir informes, cuadros de mandos y hojas Excel... La clave de nuestro éxito será en que seamos capaces de detectar esas trampas sutiles e invisibles que frustran y paralizan al usuario medio... El software de BI ha de ser mucho más simple y fácil de usar que cualquiera de las alternativas tradicionales existentes hoy por hoy en el mercado... Se ha de poder usar sin pensar.

En esto estamos y estaremos.